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“El 85% de las determinaciones de que se realizaron en 2021 no aportaban valor a la petición”

El servicio de Laboratorio va impulsar una nueva sistemática de trabajo, con el fin de ajustar la demanda de pruebas analíticas a las necesidades reales del paciente. Diversas publicaciones señalan que entre el 25 y el 40% de las determinaciones solicitadas son innecesarias o redundante, aumentando la probabilidad de falsos positivos, iatrogenia y sobrediagnóstico, pudiendo generar incomodidades al paciente y un consumo inadecuado de recursos.


Para evitarlo, los Dres. Alfredo García, jefe del servicio de Laboratorio, y Lázaro Alba, analista clínico, están trabajando ya en una nueva estrategia para la Gestión de la Demanda Analítica que permitirá trabajar con perfiles más ajustados y eficaces, basados en evidencia, alertas automatizadas o protocolos actualizados para orientar al facultativo en las pruebas más adecuadas.


¿En qué consiste la Gestión de la Demanda en pruebas de Laboratorio?

Se trata de un tema de gran importancia hoy en día y en el que insisten mucho las sociedades científicas de Análisis Clínicos. En las solicitudes de pruebas de laboratorio asistimos a un incremento que no se acompaña en todos los casos de evidencias de mejora en salud. El objetivo es que el Laboratorio no sea un mero emisor de datos sino que intervenga de manera activa en la gestión de la demanda analítica, identificando prácticas de uso inadecuado y fijarlas por consenso. Gracias a esta metodología, se logra ser más eficiente en la gestión de los recursos, al tiempo que mejora la atención que se presta al paciente, diminuyendo los resultados falsos positivos que conduzcan a una busqueda de confirmación innecesaria y potenciales riesgos a los pacientes. Para ponernos en contexto, decir que el año pasado se hicieron en nuestro Laboratorio más de 25.000 determinaciones de urea, GOT, GGT y CK, de las cuales sólo el 15% aportaron valor extra en el diagnóstico.


Más preocupante aún que la gestión de recursos, es el tema de los sobre diagnósticos… Sin duda. Por ejemplo, el perfil hepático que tenemos actualmente incluye cuatro pruebas, una de las cuales es la GGT, que es un indicador muy sensible que se eleva en situaciones de no patología como el consumo de alcohol en pequeñas cantidades y uso de ciertos medicamentos. Puedes no padecer ninguna dolencia hepática pero dar positivo en GGT y entrar en un en un bucle de pruebas innecesarias e invasivas.


“El formato actual de perfiles se va a mantener. Lo que vamos a hacer es optimizarlos, eliminando las pruebas innecesarias en una primera exploración”

¿Cómo va afecta la Gestión de la Demanda a la forma de trabajo habitual?

En la práctica, el facultativo va a notar poca diferencia ya que el formato actual de perfiles se va a mantener. Lo que vamos a hacer es optimizarlos, eliminando las pruebas que las guías indican como innecesarias en una primera exploración. Posteriormente, si en esta primera analítica se detecta que hay un desajuste en algún indicador clave, es cuando se realizarán las pruebas que se requieran, siempre basándonos en las guías científicas. Por ejemplo, con un valor de creatinina concreto, siempre será necesario realizar posteriormente una prueba de urea. En caso de que el valor de la creatinina esté por debajo del punto de corte establecida, no será necesario realizar la prueba de urea, excepto en el caso de que el facultativo, por la razón que sea, lo considere necesario. Otro ejemplo de prueba redundante y que está absolutamente desaconsejada: la CK junto con troponinas. Se ha creado la troponina ultrasensible como un marcador de isquemia cardiaca muy específico y medir una CK en esos momentos no aporta nada.



¿Se va a reducir el catálogo de pruebas a disposición de los profesionales?

En absoluto. No se trata en ningún caso, de reducir el catálogo de pruebas sino de que rediseñar los perfiles siguiendo las guías de las sociedades científicas para hacerlos más adecuados a su finalidad. Todas las pruebas redundantes desaparecerán de los perfiles, pero no del petitorio. Los facultativos que deseen solicitarlas las seguirán teniendo a su disposición.


¿Cómo se va a desplegar la implementación de la nueva sistemática?

La primera fase, la de en revisar y analizar nuestros perfiles para identificar las pruebas redundantes e innecesarias está ya prácticamente finalizada. La siguiente fase sería eliminar estas pruebas de los perfiles y la tercera, generar los protocolos que establezcan cuáles son las pruebas a realizar en función de los resultados obtenidos en la analítica inicial. Estamos trabajando también para que el propio sistema informático con el que trabajamos en el Laboratorio sea capaz de generar la prueba si el resultado que se obtiene en algunos parámetros se encuentren fuera de los valores de referencia establecidos. Hasta entonces nosotros mismos revisaremos los perfiles.


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